Quedan exactamente dos semanas para el examen de la Royal Academy of Dance y ya se empieza a sentir la tensión y el agotamiento atroz durante las clases. He de admitir que hacía años que no tenía los gemelos como piedras... y la verdad, me noto algo anciana.

El ensayo de hoy ha sido algo distinto, lo hemos compartido con los alumnos que se presentan a los exámenes de los grados Primary, 2 y 6, así que nuestra profesora se ha podido apiadar un poco de nosotros. Como apasionada de la música que soy, no puedo evitar fijarme en las joyitas que se esconden en el iPod de Carmen -que así se llama-, quien cada día me sorprende más. Esta mañana le propuso a las niñas que improvisaran mientras ponía dos canciones al azar y resultó que una de ellas pertenecía a La Bayadera, la obra clásica que más me gusta.

Puesto que el momento de "conchetismo" (un término sin sentido creado por mi amiga Isa) con mi profesora me encantó, he decidido compartir hoy algunas de mis piezas favoritas en este ballet.

La Bayadera fue compuesta por León Minkus, quien también es responsable de obras tan conocidas como Don Quixote o Paquita. Su estreno tuvo lugar en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo en 1877. Por aquel entonces, la fascinación por el mundo oriental era tal que los coreógrafos de la época se interesaron también por él, dando lugar a otras piezas famosas como la Danza Árabe de El Cascanueces (1892) o el ballet Scherezade de 1910.

Coreografiado por Marius Petipa, el ballet se divide en tres actos que cuentan la historia de una bayadera de la India, Nikiya, enamorada del príncipe Solor, quien a su vez está obligado a casarse con Gamzatti, la hija del rajá.

La malvada Gamzatti, víctima de los celos hacia Nikiya, decide tenderle una trampa poniendo una serpiente entre un cesto de flores. Ésta le muerde y termina con la vida de la bayadera al instante. Solor, consumido por la tristeza y bajo el efecto del opio, logra volver a reunirse con su amada en el Reino de las Sombras. Este fragmento, interpretado en este caso por el Ballet de la  Ópera de París, es el más impresionante de toda la obra, por lo que recomiendo que nadie deje de echarle un vistazo.

Las versiones que he visto yo suelen terminar aquí, aunque hay otras alternativas en las que Solor despierta y se encuentra todo el templo listo para su boda con Gamzatti. En plena ceremonia, la novia se encuentra un cesto con flores idéntico al que provocó la muerte de Nikiya, por lo que ruega a su padre que apresure el acto. Sin embargo, en pleno ritual, los dioses deciden desencadenar su furia y destruir el templo. Todos los presentes mueren y, finalmente, las almas de Solor y Nikiya logran unirse eternamente.