Five Days to Dance

20:53 Esther Morales Hernández 0 Comments

Five days to Dance. SUICAfilms
Estrenado el pasado mes de noviembre, el documental Five Days to Dance (Rafa Molés, Pepe Andreu, 2014) se encuentra estos días de proyección en la Cineteca del Matadero de Madrid. Protagonizada por la pareja de bailarines Wilfried Van Poppel y Amaya Lubeigt, la película muestra el proceso de creación coreográfica que ambos llevan a cabo en un colegio de San Sebatián junto a un grupo de adolescentes que nunca han entrado en contacto con la danza. 

Tras haber bailado a las órdenes de eminencias de la danza como Pina Bausch, Susanne Linke o Urs Dietrich, ambos se dedican semanalmente a trabajar con alumnos de centros escolares de Alemania, donde actualmente residen. El objetivo es simple: hacer que los jóvenes descubran aspectos que no conocen de sí mismos a través de la danza, y en tan solo cinco días de ensayos. Después de lograr sacar adelante el proyecto con éxito en varios colegios, a Van Poppel -originario de Holanda- y Lubeigt -de España- se les ofrece la oportunidad de realizar la misma actividad en un colegio de San Sebastián.

Lo que parece la excusa perfecta para no sentarse en el pupitre durante una semana o, al contrario, un impedimento para que los profesores avancen en sus programas como pretenden, se convierte en toda una experiencia para un centro en el que la convivencia entre alumnos no transcurre con la mayor normalidad

La toma de contacto de Van Poppel es muy directa, "¿quién de vosotros ha escuchado hablar de la danza-teatro?", y la respuesta, como era de esperar, totalmente nula. Pronto vamos conociendo no solo a los dos bailarines que dirigen el proyecto, también a unos profesores que se plantean continuamente la desmotivación que genera el sistema educativo actual y, por supuesto, a unos alumnos que se enfrentan a sus propios conflictos, desde superar lo que parecen claros casos de bullying a dar con la clave adecuada para encontrar ese entusiasmo que se les pide. 

Al ver Five Days to Dance es imposible no acordarse del también documental Dancing Dreams (Rainer Hoffman, Anne Linsel, 2010), en el que una aún en vida Pina Bausch reúne a un elenco de jóvenes que nunca antes han bailado para realizar su famosa pieza Kontakthof. Precisamente la mayor contribución que hace esta "versión española" es su capacidad para mostrar las historias personales de sus artífices, que entienden el desarrollo de la actividad como lo que en Estados Unidos se conoce como el Challenge Day, que también retrataría el canal MTV en el docureality If you really knew me -traducido en nuestro país como Si me conocieras-.

La película lleva tras de sí un emocionante discurso sobre las capacidades más desconocidas de la danza y la necesidad de las personas de expresarse a través de sus cuerpos como parte de su propia naturaleza. Con la cita de Wilfried Van Poppel, "si las personas pueden bailar juntas, pueden vivir juntas", Five Days to Dance nos ayuda también a plantearnos la forma que tienen los individuos de relacionarse desde la pubertad, los errores de hacer definir un camino u otro a edades tan tempranas o la importancia de recurrir a experiencias vitales que ayuden a salir de la llamada zona de comfort.

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