Wayne McGregor, tecnología y movimiento

0:18 Esther Morales Hernández 2 Comments

Wayne McGregor, por Nick Mead
El nuevo milenio trajo consigo nuevas formas de inspiración, ayudadas por todo aquello que alguna vez se llamó 'progreso humano'. Nunca antes, personas tan conectadas habían logrado ignorar tanto a todo cuanto les rodeaba.

Chris Cunningham dirigía para Björk una secuencia en la que dos robots, en una especie de reto al futuro antiutópico de Isaac Asimov, se besaban y se tocaban apasionadamente. La frase era muy simple, All is Full of Love.

Los humanos habían sobrepasado ya la barrera del futuro, pero sin embargo, se sentían igual de frustrados y perdidos que siempre. Todo era como en las películas, con ordenadores y electrodomésticos que se revolucionan por el efecto 2000, políticos prefabricados y el acceso a la tecnología que el mundo desarrollado estaba esperando... y aún así, permanecía en ellos la misma incertidumbre que nunca desaparece. 

El coreógrafo inglés Wayne McGregor parece haber basado gran parte de su obra en este pretexto de innovación versus preguntas sin respuesta. Durante el paso de su compañía, Random Dance, por los Teatros del Canal de Madrid en abril de 2009, el periódico El Mundo le dedicó un reportaje en el que se afirmaba que "su fascinación por la ciencia y las nuevas tecnologías, en combinación con un lenguaje coreográfico complejo, muy definido y veloz, dan como resultado un estilo intenso y lleno de sorpresas, descrito como 'hipercinético' por la crítica".


Ya desde finales de los 90 varios creadores usaban la tecnología de igual forma que McGregor en sus coreografías. La frustración de llegar a un nuevo milenio sin que nada haya cambiado entre la sociedad hace que las personas se sientan todavía mucho más desesperadas. 

Algo así puede verse también entre algunas referencias cinematográficas como Gattaca (Andrew Niccol, 1997), en la que se mantiene un debate sobre la ética de una sociedad que ha logrado conseguir grandes avances científicos, pero que es incapaz de combinar con la libertad de los individuos. El futuro gris y premeditado en cuestiones técnicas choca con la melancólica banda sonora de Michael Nyman, y la razón es simple, sus personajes se sienten solos y sometidos a unas normas que llevan sin entender desde el día en el que nacieron.

Claro heredero de las técnicas de José Limón, uno de los precursores de la danza contemporánea y culpable de la aparición del rol masculino en la danza tal y como se conoce hoy en día, Wayne McGregor basa su proceso creativo en conceptos o principios científicos y tecnológicos, sin que el resultado sea por ello un trabajo frío y matemático. Más bien se obtiene un producto cuidado y milimetrado, pero completamente emocional e incluso hiriente para el público más sensible.

Su obra Infra es un ejemplo muy significativo de lo meticulosas que pueden llegar a ser  sus producciones. Con una puesta en escena simple y verdaderamente interesante, se da cabida al espectador para que haga un viaje a través de sus propias emociones e incertidumbres gracias a los movimientos de algunos de los bailarines más completos de la escena actual.

El paso a dos que figura a continuación, interpretado por Laren Cuthberston y Ricardo Cerver, es, sin duda, uno de los fragmentos más bellos de la pieza.


Con un resultado algo distinto, sobre todo en lo que a técnica se refiere, McGregor se encargó también de realizar la coreografía que baila Thom Yorke en el vídeo de la banda Radiohead, Lotus Flower


En definitiva, y obviando el factor de que sea uno de los coreógrafos del momento, Wayne McGregor es uno de los creadores más interesantes que han surgido en la última década, con planteamientos distintos dirigidos a una sociedad que los pide a gritos.

2 comentarios :

  1. Hola Esther,

    Sé que llego un poco tarde para felicitarte por post como éste. También para agradecerte otros como el de Kylián, Alicia Alonso y Giselle, o Maúrice Béjart y el Bolero de Ravel... Me gustan mucho tus vídeos sobre tus más y tus menos con las puntas de ballet! Te seguiré desde ahora. Un saludo,

    Ibis.

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  2. Muchas gracias Ibis. Viniendo de ti me hace muchísima ilusión que me felicites. Llevo leyendo tu blog desde que hicieron referencia a él en Balletómanos y, aunque nunca comente, que sepas que leo religiosamente cada uno de los posts (gracias google reader por hacer que no me pierda ninguno :P).

    Espero verte por aquí entonces. Gracias de nuevo.

    Un abrazo

    Pdta: Me temo que he vuelto a abandonar las puntas, pero no te preocupes porque, para mi desgracia, siempre regreso a ellas.

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